Lo que prometía ser un debate más entre ex presidentes de Independiente terminó convirtiéndose en un torbellino de acusaciones y tensión insostenible.
Por Redacción
Fabián Doman y Andrés “Duka” Ducatenzeiler, dos dirigentes del Rojo, protagonizaron en el stream Cónclave un cruce que se volvió leyenda en apenas seis minutos. La emisión comenzó en un clima cordial. Ducatenzeiler, con una sonrisa, abrió el fuego con una frase que parecía amistosa: “Lo considero un gran amigo. Le tengo un gran cariño. Te considero muy inteligente. Lo único que nos separa es Independiente”. Pero el tono cambió cuando mencionó que Hugo Moyano, expresidente del club, había dicho que Doman era “de la CIA… o del FBI”. Doman, sorprendido y molesto, reaccionó con un seco: “¿Vos le creés a Moyano?”.
A partir de ahí, la charla se transformó en un ida y vuelta sin respiro. Ducatenzeiler acusó: “Yo logré que te reunas con Moyano… y después lo traicionaste”. Doman, visiblemente incómodo, respondió: “Él laburó para Moyano, yo no”. La réplica de Duka fue aún más punzante: “Yo nunca trabajé para nadie… a diferencia tuya, que laburaste para todos. Si vas a picar, picamos ahora”. El clima se tensó al máximo, y en ese momento Doman lanzó: “Si quieren, me levanto y me voy. Para escuchar una catarata de insultos, no vengo. Hacé tu show en otro lado. Aguanté bastantes groserías”. Acto seguido, se levantó de la silla, se sacó los auriculares y dejó el set sin mirar atrás.
El episodio, que duró apenas seis minutos, se volvió viral y generó una oleada de memes y comentarios en redes sociales. Algunos usuarios ironizaron: “Otro récord de permanencia roto” y “Doman renuncia a algo, capítulo 1000”. Más allá del espectáculo, lo ocurrido dejó expuestas viejas heridas en la interna de Independiente. Ducatenzeiler, presidente entre 2002 y 2005, insistió en que “el club no se maneja con traiciones” y que “algunos prometen romper con el moyanismo, pero terminan siendo lo mismo”. Doman, por su parte, ya fuera de cámara, aseguró que “no estaba dispuesto a tolerar insultos ni operaciones en mi contra” y que “la gente de Independiente sabe quién es quién”. La figura de Hugo Moyano, mencionada como disparador del conflicto, volvió a demostrar que en Avellaneda las divisiones son profundas y que, incluso en un stream, las pasiones del Rojo pueden incendiar cualquier intento de diálogo.
El jet set argentino acaba de sumar un capítulo explosivo a su interminable novela de lujos, poder y romances. La trama es tan jugosa como inquietante: Luciana Salazar, Wanda Nara y Jésica Cirio tienen algo más en común que su belleza y fama. Las tres viajaron —en diferentes momentos— en el mismo avión privado perteneciente a un enigmático representante de futbolistas radicado en México, cuya vida sentimental ya fue escenario de más de un escándalo con famosas argentinas.
Wanda Nara lo hizo otra vez. El pasado viernes paralizó las redes sociales al mostrar su nueva camioneta Lamborghini Urus 2023, una bestia de lujo valuada en casi 800 mil dólares. Brillos, glamour y poses de estrella. Pero detrás de esa foto que parecía de película… hay un verdadero escándalo multimillonario.