La mediática compartió fotos exclusivas desde la Garganta del Diablo y desató una ola de críticas por presunto trato VIP.

Wanda Nara viajó a Misiones para disfrutar unos días de descanso junto a sus hijas —las que tuvo con Mauro Icardi— y su pareja Martín Migueles, tras finalizar las primeras grabaciones de MasterChef Celebrity.

Pero lo que parecía una escapada tranquila terminó generando una fuerte polémica nacional.

En sus redes sociales, Wanda publicó varias fotos desde el Parque Nacional Iguazú, donde se la vio posando sobre las pasarelas que conducen a la Garganta del Diablo, sin turistas a la vista.

En una de sus historias, escribió en inglés: “Only for us” (“Solo para nosotros”), lo que encendió las alarmas.

Las imágenes provocaron una lluvia de comentarios. En cuestión de minutos, el nombre de Wanda Nara se volvió tendencia en X (ex Twitter).

Muchos usuarios denunciaron que se trató de un “trato preferencial” y cuestionaron que se cierre un espacio público “solo para una figura mediática”.

"Ni la naturaleza se salva del ego de Wanda”,

escribió un usuario indignado.

“Mientras todos hacen fila, ella entra sola con su fotógrafo”, sumó otro.

En los comentarios de Instagram, también se multiplicaron los mensajes que la acusaban de ostentación y privilegio, en un contexto económico difícil para la mayoría de los argentinos.

Hasta el momento, no hubo un comunicado oficial de la administración del Parque confirmando o negando que se haya cerrado el acceso exclusivamente para Wanda.

Fuentes locales aseguran que la visita se realizó “temprano por la mañana” para evitar aglomeraciones y que no hubo un cierre total del parque.

Sin embargo, el hecho de que la propia Wanda haya destacado el carácter “exclusivo” del paseo reavivó las sospechas.

En una de las imágenes más comentadas, Wanda aparece dentro de una cascada, vestida con un corpiño blanco y pantalón claro.

Las redes explotaron entre memes, críticas y elogios a su figura.

Algunos seguidores celebraron su estilo y su “vida de película”, mientras otros la tildaron de “desconectada de la realidad”.

A pesar de la ola de críticas, hubo quienes salieron a defenderla.

“Es normal que una persona famosa pida un recorrido privado por cuestiones de seguridad”, escribió un usuario.

Otros remarcaron que la mediática genera promoción turística al compartir destinos argentinos con sus millones de seguidores en todo el mundo.

El episodio abrió un debate más profundo sobre los límites entre lo público y lo privado, y el acceso igualitario a los espacios naturales.

¿Hasta qué punto una figura famosa puede tener exclusividad en lugares que pertenecen a todos?

Mientras tanto, Wanda parece ajena a la polémica: sigue compartiendo historias desde su hotel cinco estrellas y disfrutando de la selva misionera.