La vida de la figura artística más emblemática de Argentina. Sus comienzos. Los golpes de la vida. Y el secreto de su éxito.
Por Redaccion
Rosa María Juana Martínez Suárez, conocida artísticamente como Mirtha Legrand, nació el 23 de febrero de 1927 en Villa Cañás, provincia de Santa Fe, Argentina. Desde temprana edad, junto a su hermana gemela Silvia, mostró una inclinación natural hacia las artes escénicas, estudiando canto, danza y actuación.
Su incursión en el mundo del cine comenzó en 1940, cuando, con apenas 13 años, participó como extra en la película "Hay que educar a Niní", dirigida por Luis César Amadori y protagonizada por Niní Marshall. Este debut marcó el inicio de una prolífica carrera cinematográfica. Al año siguiente, en 1941, Mirtha obtuvo su primer papel protagónico en "Los martes, orquídeas", una comedia romántica que la catapultó a la fama y consolidó su posición en la llamada Época de Oro del cine argentino.
A lo largo de las décadas de 1940 y 1950, Legrand se destacó en numerosas películas, incluyendo títulos como "El retrato" (1947), "Pasaporte a Río" (1948) y "La pequeña señora de Pérez" (1944). Su versatilidad le permitió abordar tanto comedias ligeras como dramas profundos, trabajando con destacados directores y actores de la época.
En 1946, contrajo matrimonio con el director y productor Daniel Tinayre, con quien tuvo dos hijos: Daniel Andrés y Marcela. Esta unión no solo fortaleció su vida personal, sino que también potenció su carrera artística, colaborando juntos en diversos proyectos cinematográficos y televisivos.
En 1968, Mirtha Legrand hizo una transición significativa al mundo de la televisión al iniciar el programa "Almorzando con las estrellas" en Canal 9, que posteriormente se renombró como "Almorzando con Mirtha Legrand". Este ciclo, que combina entrevistas en profundidad con un formato de almuerzo en vivo, se convirtió en un ícono de la televisión argentina y ha perdurado por más de cinco décadas, adaptándose a los cambios culturales y tecnológicos del país.
A lo largo de su extensa trayectoria, Mirtha ha enfrentado desafíos personales, incluyendo la pérdida de su esposo en 1994 y de su hijo Daniel en 1999. Sin embargo, su inquebrantable dedicación al trabajo y su pasión por la comunicación la han mantenido vigente en el mundo del espectáculo. En 2012, regresó a la actuación con la serie "La dueña", demostrando una vez más su capacidad para reinventarse y adaptarse a los nuevos tiempos.
Hoy, al celebrar su 98º cumpleaños, Mirtha Legrand continúa siendo una figura emblemática de la cultura argentina, con una carrera que abarca más de ocho décadas en cine, teatro y televisión. Su legado perdura, inspirando a nuevas generaciones y consolidándola como la "diva de los almuerzos" y una verdadera leyenda viva del entretenimiento nacional.