En tiempos donde la apariencia suele ganar terreno frente a la esencia, hablar de autenticidad es volver a lo esencial: vivir de acuerdo con lo que somos, sin máscaras ni disfraces.
Por Gabriela Guerrero Marthineitz
Ser auténtico es ser coherente: que lo que pensamos, decimos y hacemos estén alineados.
Por Gabriela Guerrero Marthineitz
La semana pasada hablamos del estilo como coherencia, valores y como sentido común.
Hoy quiero detenerme en algo que atraviesa todo eso: “la autenticidad”.
¿Qué tiene que ver la autenticidad con el estilo y la elegancia?
Todo.
Porque sin autenticidad no hay estilo verdadero.
Podemos copiar, imitar, seguir las tendencias al pie de la letra, pero al final del día eso no construye identidad: apenas una máscara.
¿No te resulta extraño mantener todo el día un personaje que quizás ni siquiera seas?
Vivimos en una sociedad que nos invita constantemente a copiar modelos:
nos dice cómo vestir según la moda, qué maquillaje usar para parecernos a las influencers, cómo posar, cómo peinarnos…
Y en ese proceso, ¿qué pasa con nosotros?
¿Dónde queda lo auténtico, ese ser propio que vamos tapando con capas artificiales?
La autenticidad, en cambio, es resistencia.
Es animarse a decir: “YO SOY ESTO”.
Y justamente ahí nace el verdadero estilo: en la confianza en uno mismo, en la coherencia entre lo que somos y lo que mostramos.
¿Qué es la autenticidad?
Es la capacidad de mostrarnos y actuar de manera genuina, en coherencia con lo que pensamos, sentimos y hacemos, sin aparentar lo que no somos ni vivir bajo expectativas ajenas.
Algunos puntos clave:
Ser fiel a uno mismo: respetar valores, creencias y forma de ser.
Coherencia: que lo que decimos, hacemos y proyectamos esté alineado.
Transparencia emocional: expresar sentimientos e ideas sin máscaras.
Libertad: no depender de la aprobación externa para definirnos.
En la vida personal transmite confianza y cercanía; en lo profesional, credibilidad y solidez en la marca personal.
Dicho simple: “la autenticidad es cuando lo que sos por dentro coincide con lo que mostrás por fuera”.
Entre la duda y la fidelidad a una misma
¿Sos auténtica?
Yo creo que a veces sí.
Pero estoy muy atenta a no caer en la tentación de cumplir con las estructuras que la sociedad impone.
No estás sola en ese camino, a mí también me pasa.
Cuando leo, investigo o veo imágenes de la mujer actual, me pregunto: ¿encajo con todo esto?
Tengo 62 años y mi generación parece lucir como si el tiempo no pasara.
Todas sin arrugas, todas con la frente lisa.
Y yo me miro al espejo y tengo mis arruguitas.
Por momentos dudo. Pienso si no debería hacerme algo.
Pero enseguida me doy cuenta de que me siento bien así, fiel a lo que quiero.
No me gusta pincharme, no quiero cambiar mis facciones, no quiero teñirme.
Y aunque a veces la duda aparezca, hay una parte mía que descansa tranquila: estoy siendo auténtica.
A lo largo de la historia, diferentes personalidades de la moda, la filosofía, la psicología y la cultura han reflexionado sobre este concepto.
Sus palabras, vigentes hasta hoy, nos invitan a recordar que la autenticidad no pasa de moda.
Coco Chanel (1883–1971, diseñadora francesa que revolucionó la moda femenina con un estilo simple, elegante y moderno):
“La belleza comienza en el momento en que decides ser tú misma.”
“Para ser irreemplazable, uno debe ser siempre diferente.”
“El acto más valiente sigue siendo pensar por ti misma. En voz alta.”
“Los tiempos difíciles despiertan un deseo instintivo de autenticidad.”
Chanel nos recuerda que lo auténtico no está en seguir tendencias, sino en mantener un estilo propio, fiel a uno mismo.
Mahatma Gandhi (1869–1948, líder espiritual y político indio, símbolo mundial de la no violencia)
“La felicidad es cuando lo que piensas, lo que dices y lo que haces están en armonía.”
Para Gandhi, la coherencia interna es la base de la paz, de la verdadera felicidad y la base de la autenticidad.
Carl Jung (1875–1961, psiquiatra y psicólogo suizo, fundador de la psicología analítica)
“La autenticidad es la alineación de la cabeza, la boca, el corazón y los pies; pensar, decir, sentir y hacer la misma cosa, de manera consistente.”
Jung pone en palabras el equilibrio entre razón, emoción y acción que constituye la verdadera autenticidad.
Brené Brown (1965, investigadora y conferencista estadounidense, referente en vulnerabilidad, coraje y liderazgo)
“La autenticidad es la práctica diaria de dejar de lado lo que creemos que debemos ser y abrazar quienes somos.”
Su visión nos invita a aceptar nuestras imperfecciones como parte de la valentía de ser uno mismo.
Oprah Winfrey (1954, presentadora, productora y empresaria estadounidense, una de las mujeres más influyentes del mundo)
“La autenticidad es la medida del éxito.”
Oprah señala que no hay logro más grande que vivir fiel a la propia esencia.
En definitiva, la autenticidad no es un estado al que se llega, sino una práctica diaria.
Ser auténtico es atreverse a ser coherente, aunque eso implique a veces ir contra la corriente.
Tal vez la clave sea esta:
“La autenticidad no es NO tener dudas, sino elegir cada día ser fiel a uno mismo a pesar de ellas.”
Y en ese gesto simple y profundo, nace la elegancia más difícil de copiar.
Te propongo seguir reflexionan
do sobre quiénes somos en verdad…
Hasta la próxima,
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