Este martes, llegó el encuentro entre el futbolista y sus hijas. Sorpresivamente, Wanda fue quien acercó a las niñas, pero no llegó sola. Fue con alguien que Mauro conoce y muy bien.
Por Redacción
En un episodio cargado de tensión emocional, Mauro Icardi se reencontró con sus hijas Francesca e Isabella en el marco de un proceso de revinculación fijado por la Justicia. Pero según lo contó Damián Rojo en El Spoiler de la TV, lo que debía ser un paso esperanzador en el vínculo entre el futbolista y las niñas, terminó tiñéndose de incomodidad y versiones cruzadas. Una figura poco conocida para el gran público, pero muy presente en la vida de Wanda Nara, se llevó el foco de atención: una misteriosa amiga que no pasó desapercibida para Icardi.
Se trata de "Paula B", íntima amiga y confidente de Wanda, quien acompañó a la empresaria y a sus hijas al Ministerio Público Tutelar de la Ciudad de Buenos Aires. Ella fue vista sentada en el asiento del acompañante de la camioneta de Wanda, en un gesto que parecía meramente de contención emocional. Pero puertas adentro, todo fue más espinoso.
Según trascendió en los pasillos judiciales y fue confirmado por allegados a ambas partes, Mauro Icardi no quería bajarse de su vehículo por temor a violar la orden de restricción vigente con Wanda Nara, dictada meses atrás en medio de su conflictiva separación. El delantero del Galatasaray temía que un paso en falso lo pusiera en el centro de una causa penal. Esa duda, esa tensión, quedó al desnudo frente a testigos y custodios.
Pero lo que más le llamó la atención a Icardi fue otra cosa: cómo Paula lo observaba detenidamente desde el estacionamiento del edificio, sin despegarle la mirada mientras él permanecía dentro de su auto, sin decidirse a bajar. "Él la conoce, sabe perfectamente quién es. Y no le gustó nada el modo en que ella lo miraba, como si lo estuviera evaluando, desafiando", contó una fuente cercana al jugador.
Aunque Barreiro no participó del encuentro con las niñas —que estuvo supervisado por profesionales del Ministerio Público Tutelar—, su presencia generó incomodidad. Algunos ven en ella una figura que opera en silencio dentro del entorno de Wanda, como sostén emocional y como interlocutora ante determinadas situaciones sensibles.
Desde el círculo de Wanda explican que Paula es una persona de extrema confianza, que no interviene directamente en los conflictos, pero siempre está cerca en los momentos clave. “Es más que una amiga. Es una hermana elegida. Y Wanda necesitaba sentirse contenida ese día. Y sabe mucho del manejo de las energías y es quien le tira las cartas a Wanda. Muchos la señalan como la bruja de Wanda”, deslizó una allegada.
Del otro lado, los abogados de Icardi estudian si la escena vivida podría constituir una violación implícita del régimen acordado, ya que entienden que se generó un clima adverso para el futbolista. Por ahora, no hay denuncia formal, pero el ambiente ya quedó enrarecido.
Mientras tanto, el proceso de revinculación continúa, y con él, las especulaciones. ¿Quién es realmente Paula? ¿Qué rol juega en las decisiones de Wanda? ¿Y por qué genera tanta inquietud en Mauro Icardi? Las respuestas, por ahora, se esconden tras los vidrios polarizados de una camioneta blindada.
Este martes, llegó el encuentro entre el futbolista y sus hijas. Sorpresivamente, Wanda fue quien acercó a las niñas, pero no llegó sola. Fue con alguien que Mauro conoce y muy bien.
Mientras Mauro esperaba estacionado en Av. Libertador que sus hijas bajarán después de bajar a los perros, una conversacion telefónica gráfica el tenso momento que vivía la ex pareja.