El máximo tribunal desestimó por unanimidad los recursos presentados por la defensa de Fernández de Kirchner, al considerar que la sentencia dictada en diciembre de 2022 por el Tribunal Oral Federal N.º 2 cumplió con todas las garantías del debido proceso y fue sustentada en pruebas suficientes.

La exmandataria fue hallada culpable del delito de administración fraudulenta en perjuicio del Estado, al haber favorecido al empresario Lázaro Báez con la adjudicación irregular de obras viales en la provincia de Santa Cruz durante sus dos mandatos presidenciales, entre 2007 y 2015.

Con esta decisión, Cristina Fernández de Kirchner queda formalmente inhabilitada para presentarse a cargos electivos, incluyendo las elecciones legislativas previstas para septiembre de este año, en las que se especulaba con una posible candidatura.

La ejecución de la pena quedará ahora en manos del Tribunal Oral Federal N.º 2, que deberá determinar si la exmandataria cumplirá la condena en prisión común o si accederá a un régimen de prisión domiciliaria, teniendo en cuenta su edad (72 años) y condiciones de salud.

Además de esta causa, Fernández de Kirchner enfrenta otros procesos judiciales en curso, entre ellos la causa “Cuadernos”, por presuntos pagos de sobornos en la obra pública durante su gobierno.

La resolución generó un fuerte impacto político. Desde el oficialismo, el presidente Javier Milei calificó la decisión como “un paso importante en la lucha contra la corrupción y por la transparencia institucional”. En contrapartida, sectores del peronismo y organizaciones sindicales denunciaron la existencia de “lawfare” (persecución judicial con fines políticos) y convocaron movilizaciones en distintas ciudades del país.

Por su parte, Cristina Fernández de Kirchner sostuvo en un comunicado difundido en redes sociales que se trata de una “decisión política y no jurídica” y anticipó que recurrirá a instancias internacionales, como la Corte Interamericana de Derechos Humanos.

La confirmación de la condena convierte a Cristina Fernández de Kirchner en la primera expresidenta argentina con una sentencia firme por corrupción durante su ejercicio de gobierno. Se trata de un hecho histórico que marca un punto de inflexión en la política argentina y en el devenir del peronismo, que deberá redefinir su liderazgo de cara al nuevo escenario electoral.