El histórico cantante de cuarteto Juan Carlos “La Mona” Jiménez reconoció oficialmente a su hija Natalia —fruto de una relación extramatrimonial de la década del ’80— tras un largo proceso judicial.

El caso adquirió relevancia pública desde 2015, cuando la joven solicitó una prueba de ADN ante la justicia. En 2019 se llevó a cabo el examen que confirmó su vínculo biológico con Jiménez. Finalmente, en 2021, un fallo judicial integró de forma definitiva a Natalia al círculo familiar, habilitándola también a usar el apellido Jiménez Rufino .

La noticia produjo conmoción en Córdoba y en el entorno del cantante, quien alcanzó fama con obras emblemáticas como “Cuarteto de Oro” y “Póngale la cadenita”, aunque también estuvo rodeado de controversias a lo largo de su carrera .

Reconocimiento formal y social: Este fallo implica que Natalia puede ejercer plenamente sus derechos como integrante de la familia Jiménez. También supone un despegue público de una historia de identidad y búsqueda de pertenencia.

Repercusiones familiares: La decisión judicial no solo límite el plano legal, sino también reconfigura las relaciones dentro del entorno del cantante.

Aspecto mediático: El caso mostró el contraste entre la vida artística de La Mona y sus conflictos personales, generando un renovado foco mediático en su figura.

En síntesis, tras más de una década de trámite legal, La Mona Jiménez reconoció ante la justicia a Natalia como su hija. La sentencia, que culminó con un cambio oficial de apellido en 2021, marca un punto bisagra en la historia de esta familia y en la imagen pública del icónico cuartetero.